Por Nydia Recio, pedagoga del área de Educación con Valores de 21gramos.
La sostenibilidad cada vez está más presente en nuestra vida. Si no podemos ir al supermercado o a comprar ropa sin leer esa palabra en todas las etiquetas, el propio concepto de sostenibilidad es clave para configurar nuestro presente y futuro como especie y la convivencia en el planeta. Y, si hablamos de futuro, este se escribe en la ley… y en las aulas.
Por eso, precisamente la sostenibilidad es una de las grandes claves de la nueva ley educativa. El decreto 217/2022, de 29 de marzo, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación secundaria, incluye importantes novedades en relación con el desarrollo sostenible y el cambio climático.
En este decreto se introducen algunos cambios para adaptar nuestro sistema educativo a los retos y desafíos del siglo XXI, alineándolos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como con los objetivos fijados por la Unión Europea y la UNESCO para la década 2020-2030.
Como gran resumen, podría decirse que la nueva ley educativa tiene como pilar la educación sostenible. Se han incorporado al currículo criterios de sostenibilidad en la enseñanza y aprendizaje del alumnado, de modo que estos impregnen todas las esferas de la docencia. Dicho de otro modo, no se aborda en una asignatura en concreto, sino que está presente en todas las que forman el currículo en todas las etapas.
Transversalidad a lo largo de todas las etapas educativas
En todas las asignaturas existen competencias y contenidos vinculados al desarrollo de hábitos sostenibles, el cuidado del medio ambiente y el cambio climático. A su vez, en los principios pedagógicos del decreto se pide fomentar de manera transversal la educación para la sostenibilidad y el consumo responsable. En los descriptores operativos que marca la ley se deben desarrollar proyectos que valoren la importancia de la sostenibilidad, el impacto de las acciones humanas en el entorno y proponer soluciones innovadoras y sostenibles.
Algunos de los aprendizajes que debe haber adquirido el alumnado al término de la enseñanza básica son:
- Desarrollar una actitud responsable a partir de la toma de conciencia de la degradación del medioambiente y del maltrato animal basada en el conocimiento de las causas que los provocan, agravan o mejoran, desde una visión sistémica, tanto local como global.
- Identificar los diferentes aspectos relacionados con el consumo responsable valorando sus repercusiones sobre el bien individual y el común, juzgando críticamente las necesidades y los excesos y ejerciendo un control social frente a la vulneración de sus derechos.
- Desarrollar estilos de vida saludable a partir de la comprensión del funcionamiento del organismo y la reflexión crítica sobre los factores internos y externos que inciden en ella, asumiendo la responsabilidad personal y social en el cuidado propio y en el cuidado de las demás personas, así como en la promoción de la salud pública.
Si nos centramos en las competencias que se especifican en las asignaturas de Biología y Geología, Ciencias aplicadas, Educación en valores cívicos y éticos, Geografía e Historia, Física y Química, todas ellas están orientadas a inculcar en los alumnos un conocimientos y actitudes responsables en materia de desarrollo sostenible, de forma transversal a cada una de ellas. Entre las principales competencias, por ejemplo, encontramos:
- Analizar los efectos de determinadas acciones sobre el medio ambiente y la salud, basándose en los fundamentos de las ciencias biológicas y de la Tierra, para promover y adoptar hábitos que eviten o minimicen los impactos medioambientales negativos, sean compatibles con un desarrollo sostenible y permitan mantener y mejorar la salud individual y colectiva.
- Entender la naturaleza de forma interconectada e inter y ecodependiente de las actividades humanas, mediante la identificación y análisis de problemas ecosociales de relevancia, para promover hábitos y actitudes éticamente comprometidos con el logro de formas de vida sostenibles.
- Promover estilos de vida éticamente comprometidos con el logro de un desarrollo sostenible, contribuyendo por sí mismo y en su entorno a la prevención de los residuos, la gestión sostenible de los recursos, la movilidad segura, sostenible y saludable, el comercio justo, el consumo responsable, el cuidado del patrimonio natural, el respeto por la diversidad etnocultural, y el cuidado y protección de los animales.
- Identificar los principales problemas, retos y desafíos a los que se ha enfrentado la humanidad a lo largo de la historia, los cambios producidos, sus causas y consecuencias, así como los que, en la actualidad, debemos plantear y resolver en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
- Relacionar los cambios en los estilos de vida tradicional y contrastarlos con los que son saludables y sostenibles en el entorno a través de comportamientos respetuosos con la salud propia, con la de los demás y con otros seres vivos, tomando conciencia de la importancia de promover el propio desarrollo personal.
Dentro de los contenidos curriculares, en este decreto se hace hincapié en la relación entre la salud medioambiental y la humana, la conciencia ambiental, la protección del planeta, el desarrollo de un estilo de vida sostenible, la emergencia climática –como los elementos y factores que condicionan el clima y el impacto de las actividades humanas o la vulnerabilidad, prevención y resiliencia de la población ante las catástrofes naturales–, las causas y consecuencias del cambio climático, los efectos de la globalización, el consumo sostenible, problemas ecosociales, consumo responsable, el arte del reciclaje, la importancia de la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad…
Para materializar estos cambios, además de una nueva ley es importante tejer alianzas que ayuden a impulsar el cambio de paradigma en las aulas. En ello, la innovación pedagógica es imprescindible para convertir los centros escolares en entornos proactivos y adaptados a las necesidades de un mundo más sostenible. Un ejemplo es el proyecto Stay Healthy, impulsado por 21gramos junto a la Fundación Quirónsalud, que próximamente lanzará una nueva temática sobre Salud y medio ambiente totalmente adaptada a este nuevo currículo con el fin de facilitar que los alumnos adquieran un compromiso con el desarrollo sostenible.